martes, julio 17, 2007

Segundo de Silencio

Es extraño nuestro silencio
Ya que en nuestro segundo
No necesitamos armaduras
Para cubrirnos de palabras,
Ni de ropas
Para disfrazarnos de mentiras,
Ni de ciudades
Para contemplarnos el uno al otro.
Solo nos basta el silencio
Acumulado en nuestras retinas
Para saber que vivimos,
Para comprender de mejor manera
Las caricias color besos
Con fresco aroma a emociones.

Francamente
Me basta con el segundo de silencio
Que empleamos para abrazaros,
Para que me convierta en verso,
En hombre,
En la razón de tu sonrisa,
En tu pretexto multifacético
Para restarle al día
Todas sus horas y fechas
Y tan solo dejar
Un segundo de silencio
Para llenarlo de poemas
Que nunca nadie comprenderá.

Cierra los ojos al menos por un segundo
Y olvida la nicotina de tu risa,
Para que yo pueda anidar en tu pecho
Lleno de flores y sueños,
Esperar al invierno
Para compartir nuestro paseo
Con las gotas que caen
Alegando justicia.

Tal ves, todo nos suena incoloro,
Un poco disgregado en lo concreto
De nuestro segundo carente de fundamentos,
Pero da igual.
Da igual contar estrellas en el firmamento
Que deletrearlas en un charco de agua
Cuando la lluvia nos abandone
Y podamos volver a sembrar
Acuarelas rojinegras
En la amplitud de nuestros montes
Para que funcionen de acuerdo
A nuestro infinito segundo que te regalo
Solo parar quedarnos en silencio
Y esperar el derrumbe de la noche
Para amarte,
Sonreír,
Besarte,
Y volver a amarte
Solo para despertarnos cada mañana
Y darnos cuenta
Que nuestro segundo de silencio
Nunca terminó,
Que finalmente
Le ganamos a la rectitud de grises
Que nunca empaparon tu sonrisa
En aquel segundo de silencio.