miércoles, noviembre 29, 2006

Poema de despedida

Hoy me canse,
Empaco lo que
Quiero de mi vida
Y la guardo
En mi pequeña mochila
Que usare para irme lejos,
Lejos de todo,
Dejo mis regalos de navidad,
Mis penas y alegrías,
Amores y desamores,
Y me embarco para no volver
A todo lo que me hace mal,
No quiero estar
En la tierra de uno solo
Donde las lagrimas
Caen nefastas
Sobre el cielo de que nubla
Las almas en mi partida.

No me despido,
No llevo fotos
Para no caer en la melancolía
De mis errores,
No cargo el silencio
De los te odio
Que me han dicho
En el odio
Camuflado de te amo
Acompañado de ese
Tétrico abrazo de buenos días.

Este día,
Parto sin decirle a nadie
Sin respuestas que dar,
No llevo ni siquiera un mapa
Del lugar al que quiero llegar
Porque aun no sé donde ir,
Pero al menos se que me voy,
Que me voy lejos de acá,
Con un sentimiento
Que me sirve de brújula
Para no perderme
En la ruta de rostros
Que un recuerdo
Y no puedo borrar.

Llevo una hoja y un lápiz
Para escribir mi poema de despedida,
Para que lo lea el iluso
Que todavía sienta dolor por mi partida,
Esta noche me canse de despertar
En el mismo lugar,
De ver las mismas caras,
De hacer las mismas rutinas asesinas,
De ver a la gente pasar
Sin que se percaten de nadie,
Me canse de la ciudad
O del intento de ciudad
Que simulamos tener,
Por lo mismo mi viaje
Es hacia donde no allá nada,
Ni desiertos, ni playas, ni espacio,
Los campos se teñirán de mí
Y me darán de comer
Los montes que pienso habitar
En mi elocuente imaginación,
Lamentablemente
No pretendo llevar mi codicia
Mi estilo de vida burdo,
Solo me llevo a mí,
En mi papel de hombre,
Que no es más
Que tentar a la soledad
A un juego de poker
Que pienso ganar,
Porque esta vez
Mi viaje es una apuesta
Permanente a lo infinito
De lo humano.

No me voy con odio,
No me voy con rabia,
No me voy con nada de ustedes,
Les dejo todo lo que les permita
Enriquezerce más,
Que les permita
Reírse del otro,
Quizás por eso no lo pienso llevar,
Porque esa vida ahora me da asco,
Sus criticas no las comparto,
Su llanto sobre el mundo tampoco,
Sus ganas de cambiar todo
Y no hacer nada al día siguiente
Son el remedio preciso
Para mis días más penoso
Cuando necesite reír de buena gana.

Adiós amigos,
Adiós enemigos,
Adiós gente que no me quiso
Adiós gente que me amó,
Adiós a todos,
Me largo de ustedes,
Me largo de su mundo de papel,
Este día, decidí viajar
Para cambiarlo todo,
Porque me canse de todo,
Ya no me gusta besar sin construir
Días mejores,
Ya no soporto la idea
De viajar con retorno,
No soporto la idea
Que me faltes tú permanentemente,
Este día les prometo
Volver a vivir,
Quizás volver a mi origen,
Ser animal en las tierras
Eternas de colores,
En donde mi poesía
Es totalmente inhóspita
Y tan innecesaria para ustedes.

Me canse,
Parto con una sonrisa
Que no es para el deleite
De los inexplorados ojos,
Sino para aquellos
Que entiendan mi partir,
Para aquellos
Que veré en el camino
De este irreal viaje,
En donde
Camino y me alejo,
Observando en mí paso
A las autopista
Que ya no me parecen asesinas,
A los autos
Que son hombres
Disfrazados de metal
Sin corazón ni alma,
A las luces de mentira
Que no iluminan
Mi caminar de decisión,
La poesía barata y repetida
Me sirve para secar mi sudor,
Los centros comerciales
Los utilizare para
Orinarlos en caso
De no encontrar baño,
El sueño hippie que ustedes
Piensan que hago
No me extraña,
Incluso me sorprende que piensen,
En todo ese mundo hostil
Y vicioso en el que están,
Afortunadamente no soy hippie,
Porque hoy,
Dejo de ser todo
Y vuelvo a ser yo.

Adiós a todos,
Les dedico este,
Mi poema de despedida
O quizás de bienvenida,
Da igual...
De todas formas ya me fui
De su mundo
Que ahora me hace sentir
Más libre y más vivo.


* A tantos más que renunciaron a sus vidas burguesas, ya que se convencieron de luchar por una vida mejor y tan llena de rebeldía....Seguimos puño en alto!

lunes, noviembre 27, 2006

Incognito amor

Por este día déjame conocerte
Pero en silencio,
Con ese silencio de muerte
Que no te caracteriza
Si me hace pensarte
De la forma que más me gusta tenerte,
En la imagen perfecta de ti
Sin caprichos, ni vanidad
Solo al natural, como me gustas
En la autenticidad
De tu sonrisa.

Deja cerrado tus ojitos
Y deja que mi intrépida alma
Bese la tuya,
Como aquel día
En el que te dije
Ese hola apagado
Que hoy,
Pienso dártelo con mezclas
De terror y ternura,
Pero dártelo sin error
Que no sentencie un adiós
Turbio o maldito
Sin miedo mediáticos
Ni mapas de ida.

Por este día,
Necesito saber como eres,
Quizás para dedicarte
Mi canción de funeral
Que me acompaña
Los días en lo que no estas
Para leer todo lo que te escribo,
Quiero vestirme contigo,
Aprender a ponerme
La careta de fiesta cuando te vea,
Darle a tu corazón
El ritmo permanente
Y solidó de alegrías.

Por este día quiero saber
A quien dedico mis sueños,
Quien es la persona que toma mi mano
Y me lleva a pasear sin rumbo,
Escupiendo las horas,
Las reglas, los calendarios
Que muere y vive en las tardes
Más caóticas de soledades,

Me intriga saber
Quien es la persona
Que se ríe conmigo
Sin escucharme,
Sin verme los ojos
Al ver los tuyos,
Complicada relación
La que llevamos,
Quizás así te gusta
Estar conmigo
Y si es por estar contigo
La acepto sin pensar en mañana.

Necesito saber esta noche,
Si tu corazón busca al mió,
Si esta abierto para mi
Y darme la bienvenida,
Como los días más tétricos
En donde nos visita
La distancia inmensa
Cargado con un aire
De incógnitas frías
Por resolver
Si aun estamos para el otro.

Con que olores
Te envuelves en las mañanas
Que me despiertas con dicha,
Con sabores ácidos de naranja,
Con que sutileza
Me miras de lejos,
Para que te observe
Sin darnos cuenta de lo que hacemos,
Ni para darte
Las buenas noches
Con la mejor estampilla
En tu carita dulce,
Que ni los mejores poetas
Se atreven a nombrar
En los versos más esculpidos.

Quizás, no me conoces
Pero soy honesto
No claro,
Pero honesto,
No busco una argolla
Para morir con las leyes,
Solo busco tu alma
Aquella que me hace vivir y morir,
Preguntarme a que saben tus besos,
Si es que puedo estrangular
Tu firme mano
Con mis dedos fugitivos
De la legalidad de amores
Común y corrientes.

Por este día,
Prefiero morir
O soñar que aun vivo
Pero abrazado a ti,
Ya que no consigo
Saber quien eres,
Sin duda,
Eso es lo que más
Me gusta de ti.

* Esta algo atrasado el regalo... Nos vemos en el teleférico =)

domingo, noviembre 26, 2006

Aun estamos juntos

No logro recordar
El día que me trajeron acá,
Dejando que una ventanita
Nos separara como un abismo
Incalculablemente grotesco
Para el amor que te tengo
Y que hace un puente eterno
De firmezas
Para poder gozar de tus labios,
Tan puros y tan suaves
Que me hacen dormir
Deseando volver a tocar,
Unirlos con los míos,
Tan resecos y ásperos.

Mi mundo lo divido
En ocho metros,
Restando mi cama,
Mi cielo mide treinta centímetros,
Y mi soledad es inmensa,
Los gritos que oigo
Son la música siniestra
Para recordarnos que aun
Somos lo que esconde la sociedad,
Sin remedio alguno
Caigo en mis sueños
Para encontrarme contigo,
Pisando cordilleras de caramelos
En los cuales
Tropezamos para amarnos
Como niños después del colegio
Que huyen para besarse
En las tardes más frescas
De primaveras coloridas.

Mis espacios no son nada,
Las estrellas no las visito,
Me prohíben mirarlas por las noches,
Así que las sueño de día,
Con una luna verde y violeta
Que me acompaña en los rutinarios
Paseos dentro de un círculo
Blanco en el suelo
Que me hace estar
Impávido, tosco, moribundo,
Pero restando los días para verte
Nuevamente con tu sonrisa
Eterna, joven y hermosa.

El día muere a las nueve,
Los mates y las cartas
Se vuelven mis amantes sin precedentes,
A ellos les narro
Los poemas que te dedico,
Las risas y suspiros
Que te fabrico
Desde acá,
Donde las balas hacen la línea divisora
Entre lo terrible y lo bueno
Entre lo real e irreal,
Aun te pinto en acuarela
La casita que querías,
Aun le coloco los nombres
A nuestros hijos
Que te Prometí no bautizar
Para que sean solo nuestros
Y de su pueblo que los acoge.

Por las noches,
Escucho los gritos callejeros,
El olor a incendio
Me hace saltar de alegría,
La palabra libertad la saboreo
Como pétalos de verdad
Que me regalas
En sobres pequeños
Para que nadie se de cuenta,
En silencio los huelo,
Y me llevan fuera
De mis ocho metros de vida,
Lejos de mi cielo de treinta centímetros.

Algún día entenderás,
Porque decidí quedarme acá
Muriendo y viviendo a la vez,
En la soledad coqueta
Que nunca me abraza,
Ya que los martes y jueves
Me estiro nuevamente en la playa
En la que vivimos,
Alcanzo a cerrar los ojos
Y besar el vidrio
Que saben a tus labios
Que no dejo de pensar
En tenerlos de por vida,
Sin secretos ni barrotes.

No te asustes,
No llores,
Sonríe para mí
Ojala eternamente,
Que de este lugar ya tendré que salir,
Encontrémonos en la calle
Grita con odio y amor
Con rebeldía heroica,
Porque este día te prometo
Que estaré vivo
Los martes y jueves
De cada mes,
Te prometo que mi amor,
No muere por mi edad,
Esta vez no te juro,
Sino que te sueño
Como tú también lo haces
Cada noche que vemos
Las estrellitas juntos,
Prometiendo
Volver a vernos
Donde quiera que sea,
Ya que la cárcel
Aun no me asesina
Como ellos piensan,
Yo estoy más vivo que nunca
Porque aun te tengo a ti,
Para soñar e intentar
Cambiarte el mundo
Y al fin,
Vivir como cada noche soñamos,
Sin barrotes, ni con cielos pequeños,
Solamente en libertad.


* Dedicado, a los 5 heroes cubanos presos en las carceles del imperio... no los olvidamos Jamás !!

sábado, noviembre 25, 2006

Mi lugar de llanto

Hoy me lleno de pena,
Me voy desolado a sentar
En un rincón secreto
Solamente para llorar,
Con hambre y miseria
Sin ganas de mirar,
De respirar, de volar,
Por este instante
Me quedo quieto
En medio de la catedral
De flores podrías que me dejaste
Al momento de partir,
El sonido cambiante de los pájaros
Me hacen elevarme
A un llanto aun mayor,
Muerdo mis labios,
Apretó mis ojos,
Me cuesta respirar
No paro de pensar,
Solo lloro,
Pero esta vez sin ti.

Abrazo tu ausencia,
Y quedo impávido
En mi lugar de llanto,
Cuento las promesas
Que escupiste al irte,
Recojo los poemas
Que te escribí
Que luego arrugaste
Y me los lanzaste a la cara
Sin asco de mis lágrimas,
Los colores los perdí en totalidad,
Ahora me quedo en blanco y negro
Pensando y llorando a la vez
En que el sueño no se cumplió,
Las nubes que teníamos por hogar
Se murieron
Y ahora me acompañan
En mi lugar que escogí
Para llorar sin remedio,
Le cediste mi lugar
A las lágrimas saladas y perversas
Que hoy fabrico en vez de besos,
Simpáticos y dulces,
Lagrimas crueles que me ahogan
Y no me dejan pensarte como quiero,
Ahora me doy cuenta
Que te has ido lejos de mí,
En lo infinito de la concurrencia
Que observa como me desarmo
A pedazos, a lágrima pura.

Terminaste conmigo,
Acabaste con mi aparente
Sed de ser feliz a tu lado,
Me pudro al verte marchar,
No me dan ganas de moverme,
Solo me quedo a pensar
En versos impuros,
De pena quizás,
Para recitarlos aun con más pena
En el bar que me acompaña
Todas las mañanas
En las que aun quiero llorar.

Me saco la mascara de ti,
Escondo las sonrisas que te regale
Y dejo caer al rojo vivo
Mis lágrimas muertas
Que sentencian una despedida
Sin ese adiós tan certero
Que te mata de un solo golpe
Y no te hace sufrir,
Guardo los besos que me diste
En las bienvenidas eternas
A tu corazón,
Ni la fila del banco me causa risa,
Los pasos de los niños
Me parecen estacas en mi alma
Tan carente de ti,
Tan solitaria de mí
Tan vacía de ambos.

Me siento en mi lugar de llanto,
No te recuerdo partiendo,
Solo te pienso en el ahora,
Cuando las hojas de otoño
Me parecen tan pesadas
Tan cafés y tan muertas,
Como mis ojos después
De que te marchaste
Sin mirar hacia atrás
Y sin voltear hacia adelante.

Mis sueños
Concurren como bailarines
En el tango más melancólico
Que me hacen bailar
Sin mi pareja habitual,
Ahora no hago más que llorar,
Llorarte en las noches y mañanas,
En las tardes más trágicas
Moribundas sin ti.

No me sirve tu promesa,
Para remediar los mares
Que hago de lágrimas,
Ya no me sirve
Tu beso palpitante
Tan lleno de nada,
Tus abrazos, tus caricias
Ya no son parte de la rutina
Casi cómica que hacías,
Ahora ando de pena,
Disfrazado de pena,
Riendo con pena,
Muriendo de pena,
De esas doloras y castas
Que se enamoran de uno
Y no lo dejan jamás.

Ya mis lágrimas terminan de caer,
Y el sol nubla mi partida,
Las cuatro paredes
Que hoy se vuelven mis enemigas
Las tatuó con tu nombre,
Le pregunto a mi sombra
En que dirección partiste
Para no ir detrás de ti,
El cigarrillo que encendió
Ilumina en el lugar que estoy,
Ni el viento se atreve
A secar mis ojos
Tan llenos de nostalgias pasajeras,
Trato de ordenar mis penas
Por tamaños y formas
Para hacer la escalera perfecta
Para escapar de todo,
Quizás, para huir de ti.

Que montón de lágrimas
Más inocentes,
E llorado este día,
Ya nada queda por hacer,
Ni los versos más complicados
Me sirven de antibiótico
Para la pena,
Solo me resta sentarme
A esperar que aparezcas
Para darte la boleta
De lágrimas que me debes,
Para romper el contrato
De amor eterno
Que me juraste todos los sábados,
Solo me resta esperar
La fiesta fúnebre de mi nombre
Ya que no soy nada,
No me dejaste nada para mí.

Desde ahora me despido de todo,
Al menos hasta que aparezca
Otra soñadora,
Que me cambie mi asiento de llanto
Por el de vida,
Que tome mi mano
Y me lleve a su altar de papel
Donde no tenga que volver a llorar
Al chocar con tu nombre,
Tan injusto para mis recuerdos,
Tan inhumano para mis pupilas,
Ahora me quedo acá,
Sentado en mi lugar de llanto
Fumando y bebiendo café
Esperando a que llegue
La mujer que sueña,
Que vuela con alitas de mariposa
Y me regale las sonrisas
Para que vuelvan los colores
A mi opaca alma
Tan llena de nada,
Tan vacía de ti.

jueves, noviembre 23, 2006

Claudia

Diego tomó la micro cerca del anochecer, hacia frió y llovía, así que se puso su gorro y emprendió el largo viaje a casa de Claudia. Al llegar, tocó el timbre dos veces, Claudia apareció de la ventana que estaba alado de la puerta y le sonrió como muestra de un saludo cordial, miró para ambos lados y abrió la reja, antes de darle el típico beso en la mejilla le pregunto “¿te vio o te siguió alguien?”, a lo que Diego respondió “no, nadie... me di hartas vueltas antes de venir pa’ acá”, con esto Claudia dio un suspiro y le dijo que entrara. Diego se quito el gorro, se limpio los pies en el diario que tenia Claudia en el suelo y se sentó en la silla del living. Claudia le llevo un café cargado como le gustaba a Diego y se sentó con él, lo miró a los ojos y le dijo en voz baja que le explicara bien la ruta que harían y lo que tendrían que hacer esa noche, Diego saco de su mochila un cuaderno y un lápiz grafito y le explico detalladamente lo que debían hacer, dibujo un mapa con varias cruces, trazando así la ruta que harían. Ya con todos los datos claros, prendieron la tele para ver las noticias que casi estaban terminando, Claudia pese a sus nervios bostezo varias veces, Diego no paraba de fumar y el perro de la vecina no dejaba de ladrar con los truenos de aquella noche de julio en la que el cielo se desquitaba con todo.
Suena el timbre, los dos se paran de forma violenta y Diego corre a esconderse en el baño, Claudia se asoma por la ventanita para ver quien era, “¿Qué haces acá? “, le pregunta a Rodrigo, su pareja de hace ya 4 años, Rodrigo mojado y con frió le dice que vino a pasar la noche con ella, Claudia se negó, generando así una pelea de parejas que Diego atentamente escuchaba en el incomodo baño. El portazo que sonó y el grito de rabia de Claudia hacían deducir que la pelea no había terminado bien, Diego salio del baño y abrazo a Claudia que venia con los ojos llorosos, le pregunto si tenia miedo y Claudia le respondió “un poco, pero se me va a pasar”, los cigarrillos casi se extinguían, los cafés se hacían eternos y la televisión ya no exhibía nada, Diego se levanta del sofá y le dice a Claudia “debemos irnos, ya es hora”, Claudia toma su cartera y deja todo bien acomodado, Diego mientras se cambia de ropa, acomoda las cosas que necesitaba para la noche, el reloj marcaba las 2.30 de la mañana.
Ya no llovía, pero hacia un frió espantoso, Diego y Claudia tiritaban de miedo y de frió mientras sacaban pegamento y los lienzos que debían hacer de publicidad para las filas de la resistencia, Diego como era más alto los pegaba y Claudia vigilaba hábilmente la esquina, acompañada en su estomago por su nuevo milímetros lista para la acción. Caminaron casi toda la población eludiendo el cerco policial, les faltaba poco para terminar el trabajo que se les había ordenado hacer aquella noche, se sentía más seguros y tranquilos, les quedaban 2 lienzos por pegar, pasaron por una plaza cuando vieron una patrulla de carabineros merodeando el lugar, inevitablemente se tomaron de la mano para simular ser una pareja que venia de alguna fiesta, la policía se acercaba lentamente así que Diego tomó a Claudia por las caderas y le dio un beso en la boca, mientras la patrulla pasaba alado de ellos sin darles mayor importancia, Claudia sabia que en caso de peligro debía aparentar ser la pareja de Diego, el beso fue con lengua, lento con ternura, pero a la vez embarazoso para ambos. Siguieron caminando esta vez más atentos para eludir el cerco policial, colocaron las últimas propagandas que les quedaban en las murallas de la población, ya estaba amaneciendo, estaban cansados de tanto caminar, ambos se sentían agotados y algo tímidos por el beso que se habían dado.
Al llegar a casa de Claudia, se cambiaron de ropa y se prepararon algo caliente para tomar, los dos estaban en silencio, tomaron la sopa con algo de velocidad para irse a dormir rápidamente, Diego preparó café y Claudia llevaba el cenicero para fumar, en ese momento Diego le dice “la vimos pelua’ cuando estaban los pacos cerca de nosotros” a lo que Claudia contesto “si, casi me muero del susto, por poco le disparo”, nuevamente el silencio se apoderaba de la casa en la que estas dos personas compartían sus cigarros y sus cafés.
Claudia al terminar su café, levantó su tasa y la de Diego para llevarlas a la cocina, Diego por su parte, también se levanto para ayudar a lavar, al dejar las tasas en el fregadero, ambos se miraron fijamente a los ojos, el corazón de Diego sonaba como un tambos de Guerra, mientras que Claudia se ponía colorada como nunca nadie la había visto, Diego tomo su mano y la besó, con pasión, con fuerza, con ternura, Claudia respondió el beso con la misma pasión, sus manos recorrían sus cuerpos, raudamente y con algo de torpeza fueron a la pieza de Claudia. Diego se quito los zapatos y la camisa, Claudia quedaba ya sin polera, ni sostén, se recostaron en la húmeda y fría cama de Claudia, que crujía como si se fuera a quebrar, Diego besaba a Claudia mientras que son sus manos recorría su cuerpo, Claudia solo gemía y le hacia el amor a Diego, nunca vieron a Claudia tan feliz como aquella vez, en donde terminaba con un orgasmo, mientras que en el reloj del velador de Claudia daban las 8.30 de la mañana.
Al terminar nadie habló, Diego solo fumaba, Claudia miraba al techo con algo de culpa, pero terriblemente complacida y feliz, ambos se miraron y se volvieron a besar, “Claudia, nunca pensé que llegaríamos a esto, sin embargo no me arrepiento” decía Diego mientras apagaba el cigarrillo, Claudia lo miro con ternura pero en silencio. Diego se vistió y luego se lavo la cara, se peino mirándose al espejo del incomodo baño de Claudia, que ya a esas alturas se había vestido y estaba haciendo la cama con una linda sonrisa. Diego abrió la puerta de la pieza y le dijo a Claudia, “me tengo que ir a la Universidad ahora, si no te molesta, ¿nos podemos ver más tarde?”, “a las 5, ¿te parece?” contestaba Claudia con su voz tan dulce y tan tierna que tenia, se besaron con pasión, se sonrieron, “ya apúrate o sino vai a llegar tarde a clases”, le decía Claudia abriéndole la puerta a Diego, que ya se ponía su gorro para emprender el viaje a la Universidad, Claudia miró a Diego y le dijo “te quiero” a lo que contesto “ yo también y mucho”, Claudia cerro la puerta y suspiró con una sonrisa eterna, camino un par de pasos cuando de repente suena un ruido muy fuerte, Claudia grita de susto y se asoma por la ventanita de la puerta, ve que sus vecinas están afuera viendo lo que paso, Claudia sale corriendo y ve a Diego en un charco de sangre con siete tiros en su cuerpo, en ese momento Claudia comenzó a llorar, no lo podía creer, un llanto amargo invadió sus ojitos claros, no pudo hablar, solo pudo escuchar a su vecina diciendo en voz alta “este cabro era del grupo de la resistencia parece, porque lo mataron los milicos, yo lo vi clarito”.

* Quizás te debía esta historia, pero nunca es tarde para contarla...

lunes, noviembre 20, 2006

Una pregunta sin Respuesta

Cuando yo era un niño, Mi profesora del colegio nos contó una vez en clases de historia, a que deberíamos aspirar en la vida cuando uno fuese adulto. Nos decía que debíamos estudiar muchísimo para salir del colegio con la edad requerida y no ser mirado por la sociedad como un repitente, ojala dar una buena prueba de aptitud académica para postular a la Universidad (ojalá la Chile) y estudiar una carrera que en el futuro te diera un prospero vivir, debíamos ser profesionales jóvenes, nunca caer detenido ni mucho menos meterse en política. Trabajar y ganar mucho dinero, arrendar un departamento para vivir por un tiempo (siempre decía que fuera con vista al parque forestal o en providencia) para luego vivir en la tan ansiada casa propia con estacionamiento para guardar el flamante auto de marca nuevo que me tendría que comprar, con todo eso, las mujeres se volverían locas conmigo y me tendría que casar con la más bonita de todas, esa rubia, blanca ,1.70 de estatura, 90-60-90, con papás de dinero (quizás para olvidar a mis pobres padres que viven en Pudahuel), al casarme tendría que tener la parejita que toda familia quiere, un niño, al cual lo llamaría por sus dos nombres y una mujercita rubia y educada, que serian criados por la “nana” que contrataría para cuidarlos y mantener mi palacio en un orden aceptable y cómodo para vivir. Tomar whisky luego de llegar del trabajo, tipo 9 de la noche y que mi mujer y mis hijos me esperen al llegar, cocinando galletas para llevárselas a su abuela que debe estar llegando de sus extenuantes vacaciones por Italia. Mi profesora también nos narraba que debíamos trabajar mucho en nuestra oficina (ojala fuera la nuestra y uno ser jefe) para tener una jugosa jubilación a los 67 años y viajar por el caribe (quizás) o algún lugar de Chile que tuviera un hotel de cinco estrellas, para ser atendido por toda una semana por los pobres meseros que no estudiaron como yo para ser algo en la vida. A estas alturas de mi vida, mis hijos ya tendrían que haber salida de la Universidad, con sus respectivas parejas. Mi hija medico y mi hijo abogado aseguran la piscina que tenemos en la casa de campo de los padres de mi mujer que visitamos para disfrutar el año nuevo en familia. Ya con todo esto, tendría que morir tranquilo, ya que deje a mi familia con una situación económica muy buena y se que mis hijos seguirán mi ejemplo y serán ganadores en sus vidas.
Recuerdo que luego de terminar de contarnos como serían nuestras vidas, suspiro fuertemente viendo a las sonrisas de mis compañeros que ya planeaban su futuro como médicos, arquitectos y abogados. La profe, despertó a mis compañeros diciendo, “¿no les gustaría una vida así?, Como en las películas”. Por mi parte levante la mano pidiendo la palabra, mire a mi anciana profesora y le pregunte, ¿y cuando se es feliz en su historia?, el silencio de la profesora de historia de aquel colegio que no tenia ni siquiera mesas buenas para escribir, me dejaba en claro su respuesta.

* A mi buena profesora, que lamentablemente no pude realizar su Prototipo de vida que quería que siguiera....sin embargo, estoy tratando de saber cuando se es feliz en la historia que estoy comenzando a escribir, afortunadamente es muy distinta a la que Ud. Me contó en clases de historia...

viernes, noviembre 17, 2006

87 Años de espera

No puedo dejar de escribirte,
Quizás te transformaste
En mi vicio perfecto
De mis noches
Más caóticas
En donde pierdo el control
De todas mis acciones
Al intentar describir
Como eres,
En mis gastados
Cuadernos que siempre
Termino dedicándote
Sin ponerles el punto final
A nuestra secreta
Historia de amor.

No sé de donde vienes,
Solo se que vienes
Y eso me hace pensarte
Aun más,
Me hace descansar
En la infartante
Espera por verte,
En donde el reloj
No cuenta como juez
De nuestro mejor
Encuentro nocturno.

Nunca te conviertes
En mis recuerdos,
No cabes en mi memoria
Solo puedo hallarte
En mis versos,
Es quizás por eso
Que te escribo tanto
Y no me canso
De hacerlo.

Esta noche quiero
Que me visites
Que leas el poema
Que hoy te escribo,
Para cambiártelo
Por un coqueto
Beso,
De esos que solo
Tu sabemos darme
Tan suaves
Tan hermosos
Con tanta calma
Como si supieras
Como enamorarme
Y hacerme perder el control
Como un niño en navidad.

Explícame porque me tienes así
Tan sonámbulo,
Tan seco de existencia,
Tan vivo al encontrarme contigo,
Tan muerto cuando te vas,
Tan melancólico
Al no pensarte,
Explícame por favor,
Que no logro
Hacer nada
Si no que escribir
Día tras día sin parar
Millones de poemas
Para que pueda sacar
Esa sonrisa tan roja
Que me acorrala
A lo hondo de ti
Y termina por
Asesinarme con felicidad.

Que tiene tu mirada
Que no la logro ver
Más allá de nuestro
Encuentro tan fugaz,
Que me sucede cuando estoy contigo
¿Me vuelvo loco, acaso?
El café que tengo en la mano
No me da respuestas,
A esta esquizofrenia
Relación que tenemos
No la entiendo
Y es eso quizás
Lo que más amo de ti,
El no conocerte,
Tener en mente
La incógnita permanente
De adivinar tú nombre
Para nombrarte de por vida
En los mares hambrientos
De mis ojos
Que se desbordan cuando
Te retiras sin darme cuenta.

Ahora te escribo este poema
Ya que no haz vuelto
Hace muchos años,
Tengo una montaña de papeles
Con promesas y sueños
Todas esperando tu firma
O a lo menos
Tener el gusto de ser leídas
Por ti,
Mi ventana permanece abierta
Todas las noches
Para ver si me visitas,
En las noches no duermo
Esperando que entres
Y me beses con pasión
Con rabia con odio
Con amor con lujuria
Sobre todo,
Con emociones.

Hace años no vienes,
No sabes que tristeza tengo,
Estoy más viejo y cansado
E perdido pelo,
Tengo algunas arrugas,
Mi corazón lo tengo enfermo
Permanezco eternamente sentado
En este asilo de ancianos,
Que no es más que la muerte
Contemplativa de nuestras historias,
Tomo cada 1 hora 3 pastillas,
Y riego cada día y medio
La flor que me regalaste,
Aun que se que es de papel.
Mis hijos, mis nietos
Ya no los veo,
No me visitan,
Pero no me importa
Solo quiero que me visites tú
Y me rescates de este lugar
Y me lleves a tu casa
Allá en las nubes,
Donde las estrellitas
Vienen con una tasita
Para pedirte
Un poquito de azúcar.

Ahora te puedo decir
Con toda honestidad
Que moriré,
Aun que realmente no sé
Si e vivido sin ti antes,
Necesito tanto tu visita
¿Qué pasa que te demoras?
¿Ya no quieres a este viejo
Pelado, enfermo y moribundo?
¿O es que ya estas tan vieja como yo
Que no puede escalar
Para entrar por mi ventana?
No importa,
De todas formas
Tengo toda mi vida
Para seguir esperando
A que te aparezcas,
Ya que la ilusión
De verte de nuevo
Me ha mantenido con vida
Todos estos años.

lunes, noviembre 13, 2006

Un Miércoles de Julio

Estampidas de emociones
Son los miércoles de julio,
Tan fríos y tan melancólicos,
Con estrellas tímidas
Que brotan en la oscuridad
Sonriendo y llorando
Te vieron caminar
Por esta gris pasarela,
En donde mis dedos
Intrusos y helados,
Buscan los tuyos
Acariciando lo táctil
De tus acciones

El corazón canta
Y no deja de volar,
El frió nocturno
De julio se detiene,
La monotonía
De nuestros pasos
Tropieza con un beso
Que esperaba paciente
En la fila de la calma,
Tus labios no se equivocaron,
Chocaron con mí
Reseco intento
De alagarte,
Mis ganas de una tarde
Murieron en un segundo,
Ese miércoles asesine
Mis palabras,
Cedí mi asiento
De este viaje
A mis las emociones
Que conducía
Sin freno,
Ni dirección
Mi sonrisa,
Mis infinitos te quiero
Que son honestos
Que fue primavera en mi boca,
Florecieron esa noche
Ramilletes de ternura
Solo para ti.

Gran Avenida se hundió,
Se desplomaron las voces,
Ruidos, luces, olores
No existieron
Al menos por esa noche
En la que solo estabas tú
Parada frente a mí
Con tu sinceridad
Tormentosa de caretas.

Cogiste mi mano
Y me llevaste a pasear
Por tú constelación
De acuarelas blandas
Ahí dormí contigo,
Soñé con tu sonrisa invernal
Tan eterna y hermosa.

Desperté en agosto
Y no estabas
Te busque,
Y te vi lejos
lejísimo de aquí,
Sin lágrimas
Ni reproches,
Trate de abrazar
Tus últimos besos,
Pero no me dejaste,
Te vi partir
Sin mi ramillete de flores.

Baje de tú constelación,
Deje arriba mis besos,
Sonrisas y sueños,
Me vestí de pena,
Deambule por agosto
Recordando como reír
Solo pude Recordar
Que al despertar
Ya era miércoles
Y que cambie la sonrisa de julio
Por la pena de agosto.

* Esta historia me la contó Bárbara, en los tiempos más crudos de Julio.

sábado, noviembre 11, 2006

Un Sábado

Son esos días sábados, donde uno fuma mucho, no se baña, anda a guata “pela”, con la ropa hedionda a todo, viéndose al espejo con un aspecto de mierda, sin lavarse la cara, sin peinarse, con ese sabor a trasnoche en la boca, escuchando cumbias, rancheras, boleros y Bersuit Vergarabat a todo volumen, con la cama sin hacer, viendo películas de narcotráfico y cárceles, acostado en tu montículo de ropa sucia, tomando cerveza en un vaso sucio y volviendo a fumar las colillas que quedaron de la noche anterior, orinando sin subir la pata del “water”, comiendo con las mano lo que quedo de la cena de antes de ayer, eruptando con risas, bostezando sin parar, mientras me rasco la nuca intentando darme ánimos para ir buscar un encendedor y prender el cigarrillo que encontré bajo mi cama.
Son esos sábados los que más me gustan, porque uno esta en libertad de no fingir nada con nadie, no darle explicaciones a ninguna persona del porque vivo así, es esa extraña mezcla de aromas que te hacen levantar el brazo y olorosarte la axila y decir “puta que toy’ hediondo, weon por la shusha”.
El sol entra por la ventana, cae sin vergüenza sobre mi cabeza, pero yo no le doy importancia, estoy solo para mi, al menos por este sábado, que elegí quedar acá, sin hacer nada, sin contestar el maldito teléfono que suena y suena y no para de sonar el hijo de las mil putas, preferí sacarle la pila al reloj de la pared para que no me torture con sus números y sus reglas, tiré a la basura el calendario de la cocina, cerré los libros de estudios para la prueba del lunes de Historia Antigua, guardar las penas y alegrías en una cajita de fósforos, mis nostalgias, lagrimas y amores quedan fuera de este sábado, en donde solo reposo para volver a quedarme dormido y estar nuevamente desocupado para conversar con Pabla de las cosas que no queremos buscar más en nuestras vidas.
Los sabados por la tarde, me gusta pasarlos solo, con mis películas raras, con mis boleros, con mi pollo, con mi cigarro en la boca, con mis poemas, con esa primavera que me saluda los sábados desde la ventana, por lo menos hasta que llegue la noche, en donde me tendré que vestir de lo que no soy y sumergirme en una ciudad que tampoco me agrada, bailar un baile que detesto solo para intentar tener una mujer que no me simpatiza por una noche que quisiera que muriera luego, para esperar pacientemente mi próxima tarde de sábado, en donde me encontrare conmigo otra vez.

* Confesiones a Pabla. Gracias por leer todo lo escribo.

jueves, noviembre 09, 2006

Rapto a media noche

¿Y porque no soñar
Esta noche?,
Si está tan negra y callada
Solitaria de almas
Iracunda de las nuestras,
Perfecta para raptarte
Por un segundo y llevarte
A volar
Por mí acuarelable mundo
Que te pinte para esta noche.

Déjame que entre
Por tú ventana
En silencio,
Tomar tú mano
Despertarte de la rutina,
Sonreírte
Y subirnos
En nuestra libélula,
No tengo rumbo,
Ni horas,
Ni fechas,
Ni nada,
Solo quiero que viajemos
Y que al llegar
Al mundo que te pinte
Bailemos sin escrúpulos
Para que pueda
Reposar mis cansados ojos
En tus hombros,
Que me des un abrazo fatal
Que me haga por un momento
Desearte como nadie lo ha hecho.


Por esta noche, te invento
El castillo donde no vivir,
Déjame por esta noche
Pensar como no despertarte
De mi sueño jamás,
Déjame quemar los mapas,
De nuestras rutas
Para que nos lancemos a vivir
Como los animales que somos
Dentro de esta inmensa selva
De versos que te escribo.

Toma mi mano,
Y enséñame a bailar
El ritmo propio de tus risas
Ese que tanto me hace sonreír
Quitémonos las mascaras,
Vistámonos de alegría
Que esta noche hay fiesta
Y es solo para los dos,
El mundo entero es nuestra
Eterna pista de baile,
Tu respiración
Mi música perfecta,
Tu mano,
Es mi guía
Para no perderme en ti
Y tus ojos
Son mi fábrica
De motivaciones.

Donde vallan las nubes verdes
Iremos nosotros,
Para sembrar nuestro hogar
En donde nunca habitaremos
Y cuando caiga la noche
Será nuestra cuartada perfecta
Para reírnos del día
Y poder acariciar tu pelito
Y finalmente cuidar
De tus sueños
Que ya son míos,
Me desvelo pensado
El mundo perfecto
Para volvértelo a pintar,
Mientras toco tu pelito
Una tranquilidad hibrida
Me hace cerrar los ojos
Y darte las buenas noches
Con mi verso más hábil
Con la idea de que algún día
Me lo aceptes
Y te convenza de viajar
Eternamente conmigo

Amanece en Santiago,
La noche se esfuma,
Las bocinas y luces
Asesinan nuestro sueño,
Despertamos de nuestra fiesta
Y nuestro mundito de acuarela
Se desvanece de apoco,
Nuestros sueños reclaman dormir
Al menos hasta que vuelva anochecer.

Te monto en nuestra libélula
Y entramos por tu ventana
Despacito, callados
Y te dejo en tu cama
Con los ojitos cerrados
Con la incógnita de saber
Cuando te voy a sacar de nuevo
A darle una vuelta al mundo,
A imaginar que por esta noche
Volamos lejos,
Tan lejos que no te acuerdas
Pero cuando me veas
Sabrás que volamos
Y me pedirás
Que te dibuje una libélula,
Para viajar hasta lo infinito
Y volver a bailar
En nuestro mundo de acuarelas.

martes, noviembre 07, 2006

Lloro

Y porque no llorar
Si ahora te has ido,
Te fuiste
A un rincón tranquilo
Donde mi corazón no cabe
Y mis emociones fugitivas
Huyen de ese destino
Rutinario y sin vida.

Te lloro esta vez
Porque soy capaz de llorarte,
Porque no me da verguenza llorarte,
Ya que hoy
Mis lágrimas ahogan mi sonrisa
Que muere sin piedad
En tus pasos
Lentos y dolorosos,
Tan cargados de nada.

Esta vez,
No puedo
Ni quiero seguirte,
Pero eso no me causa este dolor
Tan hiriente que tengo,
Sino que el hecho
De que te marches
Tan arreglada para tu corto viaje,
Huelo mi soledad
Tan oscura y opaca,
Me dejas tan solo
Tibio y sin sonrisa
Sin mi careta de fiesta
Que me colocaba al verte.

Para que me sirve el dinero
Si ahora estoy muriendo,
De que sirven mis notas,
Mis papeles,
Mis sueños y versos
Si esta vez no estas para leerlos,,
¿Por qué decidiste dejarme acá?
Enmudecido de pena,
Torpe de palabras,
Con un poema que no podrás leer
Esta vez,
Te lloro del alma
Y mi alma llora
Y no encuentra respuesta
A tu juicio monótono
A tu partida con mapa
A tu ruta imaginaria con destino,
¿Por qué no tomaste mi mano?
¿Por qué no me dejaste que tomara la tuya?,
Pase por tu lado y no me quede,
Las lágrimas fueron mi sombra,
Nadé para salvarme de los mares
Infinitos que desborde
Por las nocturnas calles
Con tu nombre fugaz
Que hoy lloro.

Extraño todo de ti
Y lo peor
Es que aun me piensas
Lejos,
Como un recuerdo más,
Como un soñador aventurero,
Quizás enamorado de la niñez
Que aun no me deja
Y yo tampoco quiero dejar.

Tomaste tus maletas,
Pero se te olvido empacar la vida,
La gracia de vivirla,
Te vestiste de viaje infito
Y saludaste tu nueva casa,
Tu nuevo trabajo y horario
Y no tomaste tu último café,
No me despertó
Tú aroma naranjo por las mañanas,
Dejaste los cigarros en mi bolsillo,
Mis dibujos los guardaste
En la cajita de tus deseos,
Mis poesías ya las olvidaste
Al igual que mis besos
Que siempre fueron puros
Honesto, cabales,
Eternos para ti,
Dejaste a mi corazón
Desplomado como un torero muerto
Cabizbajo, taciturno,
Las noches las pintaste de día
Pero sin soles,
Con jaulas de rutina
Muertas para mi gusto

Esta vez te lloro,
Caído y cansado,
Con penas y alegrías,
Mi pasaje hacia ti
Lo guardo,
Lo escondo para nunca usarlo,
Ya que cuando llegue hacia ti
Moriré en pedazos,
Esconderé mi sombrero de ideas,
Dejare de fumar,
La cafeína me dará simples cosquillas
Que no me recordaran
Que aun vivo,
Me vestiré de terno gris,
Mentiré con corbata,
Llore monedas,
Te besare para dormir
Y moriré aun más triste a tu lado.

Elegiste quedarte en un rincón,
Atrapada del mundo
Segura, feliz
Por eso no puedo seguirte,
Ni quiero seguirte
Y es por eso que hoy lloro,
Porque no quiero
Madurar,
Ni pensar en vivir
Prefiero pensar
O tal vez soñar que vivo,
Pero en mi mundo
De boleros y utopías,
De primaveras tartamudas,
De poesías, cigarrillos y cafés,
Donde pueda llorarte
Emociones constantes
Dedicarte mi vaso de penas
Que desborda aun más penas,
Dedicarte mis lágrimas banales
Triste, melancólicas,
Dedicarte mi último pensamiento,
Que aun puedo volver a sonreír
Lejos de ti.

lunes, noviembre 06, 2006

Cigarrillo Nocturno

Tengo la costumbre
De respirar nicotina
Cuando el cielo
Se coloca
Su antifaz de sombras
Con pequitas blancas
Por lo mismo,
Creo que le soy infiel
A mi salud
Pero me gusta serlo
Pues mi cilíndrico asesino
Me regala
Un baile único
Privado y gris
Que me inspira a cerrar los ojos
Y soñar que vivo
En nebulosas
Poesías sin sentido
Que no atacan
El vinculo íntimo
De las mañanas
Resecas de cenizas

No soy hipócrita al decir
Que disfruto
Los besos plásticos
De mi cómplice
Que me calienta el rostro
Cuando la soledad
Me abraza
Despiadadamente el pecho
Y huye por mi ventana

Ese olor a placer
Me deja mas tranquilo
Y me encamina
Muriendo
Sin lágrimas
Esperando que mi boca
Lance su alma
Al viento
Para concretar
Un ciclo moribundo
De naranjos
Donde el sol
Solo mira de lejos
Nuestra condenada
Amistad secreta
Para los labios incrédulos
Que te prohíben
Salir a visitarme
Cuando disfruto
Mi hambriento café
Que reposa en mi mano
Esperando tu fugaz aparición.


* Para un felipe morales.