domingo, diciembre 03, 2006

Aquella noche sin respuesta

Tus ojitos
Se despidieron de mí
Aquella noche
Tan extraña y parcial,
Donde tomé tu mano
Pero fue invisible,
No me di cuenta antes
De tu negativa reciproca
O quizas no me quise convencer
De tu miedo a volar,
Al menos no junto a mí,
No me di cuenta
De que tu corazón
Nunca busco el mió.

Mis ilusiones cayeron,
Se rompieron como
Vasos de vidrios
Sin nada adentro,
Mi mascara de alegría
Me la saque
Aquella noche,
Para no colocarme nada,
Para que mi pena
Viera la noche
Tan plagada de lluvias,
Después de tanto tiempo
Sin aparecer.

Te pedí respuesta
A los tantos poemas
Que siempre te escribo
En las noches más eternas
En las que te pienso para mi,
Te pregunté si
Aceptaste el trato
Noctámbulo que te propuse,
El silencio corría despiadado
Por nuestro lado,
Ni la niña Que jugaba
A nuestro alrededor
Quiso oír
La respuesta silenciosa
Que me ofreciste
Aquella noche
Tan cargada de olvidos
Y adioses permanentes.

Las personas sin locura
Chocaron conmigo,
Se palidecieron
Con mis triste sonrisa,
Con mi falsa risa,
El viento que movió
Tu pelito
No quiso ser testigo
De cómo mis ganas
De besarte
Las tuve que guardar
Luego de fumar
Y observar el suelo
Con esa pena que ya sentía
Y asesinaba mi corazón.

Los viajes,
Los sueños,
Las alegrías por ti,
Las deje enterradas
En aquella noche,
En donde te levantaste
Pensativa, cansada,
Sin mí,
El suelo guardo
Celosamente
Mis pensamientos
Para dejarme caminar
Sin mi mochila de emociones
Que cargue para ese día.

Se hizo tarde,
No me mirabas,
No me hablabas,
No quisiste besarme,
Tuve que darle funeral
A mis ansias de ti,
Dejarles flores
Con olor a pena
A mi torpe reloj
Que sirvió de ahuyentador
De mis lágrimas
En aquella noche,
En la que
Los segundos y los minutos,
Resultaron ser
Estrellas a lo lejos,
Tan lejos que nunca los vi,
Como aquel si
Que espere
De respuesta
A la interrogante
De mis poemas,
Que ahora me resultan
Tan triste,
Tan melancólicos
De días sin sabor
A tus labios.

Soñé que eras mía,
Pensé que tú linda sonrisa
La podía guardar
En lo profundo de la mía,
Pensé que tu mano
No la soltaría jamás
Y me aferraría a ella
Cada vez
Que me siguiera la muerte
Para arrancarme de ti.

Ese adiós tan profundo
A fuera del metro,
Me dejo ladrando carnes,
Alma, sangre,
Me dejo tragando veneno
Amargo y sin prisas,
Me dejo
Desnudo de emociones,
Caminando por inercia
Para llegar a casa
Para escribirte
Quizás,
El primer poema
Sin viajes,
Sin sueños,
Sino que con expiación,
Para ponerle el punto final
A estos versos
Pintado de pena
Que te escribí
Aquella noche
Sin luces,
Donde me diste
Tu respuesta
Tan llena de noches.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

agridulce el poema, como de amor y pena, a mi me gustaria que me escribieran asi como tú lo haces :). se nota que la debes querer muchisimo..

oye piante hueon !

hoy dia te vi !! siii. tabai en plaza italia, tipo 12 de la noche en el paradero de la telepizza, mirando al suelo.. te grite de la micro y ni pescaste, tabai curao cierto ?
jkajkajkajka piante culiao, nunca cambiai !! :D

te quiero harto, ojala nos veamos.

pablacuarela. dijo...

y yo no quiero que dejes de escribir.
y yo no quiero darte respuestas con penas.
y yo quiero guardar los secretos para siempre. (los=nuestros).
besitos!