lunes, noviembre 20, 2006

Una pregunta sin Respuesta

Cuando yo era un niño, Mi profesora del colegio nos contó una vez en clases de historia, a que deberíamos aspirar en la vida cuando uno fuese adulto. Nos decía que debíamos estudiar muchísimo para salir del colegio con la edad requerida y no ser mirado por la sociedad como un repitente, ojala dar una buena prueba de aptitud académica para postular a la Universidad (ojalá la Chile) y estudiar una carrera que en el futuro te diera un prospero vivir, debíamos ser profesionales jóvenes, nunca caer detenido ni mucho menos meterse en política. Trabajar y ganar mucho dinero, arrendar un departamento para vivir por un tiempo (siempre decía que fuera con vista al parque forestal o en providencia) para luego vivir en la tan ansiada casa propia con estacionamiento para guardar el flamante auto de marca nuevo que me tendría que comprar, con todo eso, las mujeres se volverían locas conmigo y me tendría que casar con la más bonita de todas, esa rubia, blanca ,1.70 de estatura, 90-60-90, con papás de dinero (quizás para olvidar a mis pobres padres que viven en Pudahuel), al casarme tendría que tener la parejita que toda familia quiere, un niño, al cual lo llamaría por sus dos nombres y una mujercita rubia y educada, que serian criados por la “nana” que contrataría para cuidarlos y mantener mi palacio en un orden aceptable y cómodo para vivir. Tomar whisky luego de llegar del trabajo, tipo 9 de la noche y que mi mujer y mis hijos me esperen al llegar, cocinando galletas para llevárselas a su abuela que debe estar llegando de sus extenuantes vacaciones por Italia. Mi profesora también nos narraba que debíamos trabajar mucho en nuestra oficina (ojala fuera la nuestra y uno ser jefe) para tener una jugosa jubilación a los 67 años y viajar por el caribe (quizás) o algún lugar de Chile que tuviera un hotel de cinco estrellas, para ser atendido por toda una semana por los pobres meseros que no estudiaron como yo para ser algo en la vida. A estas alturas de mi vida, mis hijos ya tendrían que haber salida de la Universidad, con sus respectivas parejas. Mi hija medico y mi hijo abogado aseguran la piscina que tenemos en la casa de campo de los padres de mi mujer que visitamos para disfrutar el año nuevo en familia. Ya con todo esto, tendría que morir tranquilo, ya que deje a mi familia con una situación económica muy buena y se que mis hijos seguirán mi ejemplo y serán ganadores en sus vidas.
Recuerdo que luego de terminar de contarnos como serían nuestras vidas, suspiro fuertemente viendo a las sonrisas de mis compañeros que ya planeaban su futuro como médicos, arquitectos y abogados. La profe, despertó a mis compañeros diciendo, “¿no les gustaría una vida así?, Como en las películas”. Por mi parte levante la mano pidiendo la palabra, mire a mi anciana profesora y le pregunte, ¿y cuando se es feliz en su historia?, el silencio de la profesora de historia de aquel colegio que no tenia ni siquiera mesas buenas para escribir, me dejaba en claro su respuesta.

* A mi buena profesora, que lamentablemente no pude realizar su Prototipo de vida que quería que siguiera....sin embargo, estoy tratando de saber cuando se es feliz en la historia que estoy comenzando a escribir, afortunadamente es muy distinta a la que Ud. Me contó en clases de historia...

3 comentarios:

pablacuarela. dijo...

a mí nunca me dijeron eso (te acuerdas que te dije?)... al menos, tú creciste sabiendo como NO querías ser, como NO serías...

eso es parte de mi faceta que es seca para dar ánimos ¬¬ wuajajaja

un beso, chauchau!

pablacuarela. dijo...

"lo esencial es invisible a los ojos"... así era :) (L)

Anónimo dijo...

oLa! me encanto el ultimo poema esa parte qe decia ''te pregunte x qe te escribia tantos poemas''
fue inspirador...
ah me cai bien aunqe no te conosco
mi link
http://www.fotolog.com/znkiitha_x