* Para Pablo, que lo terrible de todo es que ella se salvo.
Que terrible es todo,
Me desarman las emociones,
Las nostalgias,
El vacío,
Mi cama y la tuya
En días y noches,
Me desarticula sin remedio escuálido
El no volver a escuchar
Tus sensibles pasos
Cuando te acercabas
Para acostarte a mi lado,
Abrazándome en secreto
Y volver a soñarnos,
Mirarte mientras duermes
Al placido ritmo del silencio oscuro
De la ciudad omnipotente
Iluminado por el ardor naranjo
De mi mejor cigarrillo.
Es inhumano
No volver a sentir tu piel
En mis papeles
Que llenaba de poesía
Solo para ti,
Mientras bebía café
Para seguir despierto
Y volverte a pensar
En insomnio cautelo,
En el mecanismo reciproco
De tus cabellos
Cuando los dejabas caer
Al igual que algunas de mis lágrimas
Ayer por la noche
En algún bar costero
Que visite
Para no perderme
En tus enormes ojos
Color arco iris selvático,
O tal vez,
Para dejar de pensar en ti en la distancia
Y no seguir ahogándome de amargura.
Me quedo solo,
Estirando mis brazos
Intentado abrazar algo que me sirva
De corto consuelo,
Que me seque mis lágrimas
Cuando la luna sea reemplaza
Por flores menos tristes
Y más coloridas
O cuando el sonido del viento
Ya no sirva de mensajero
Para enviarte
Mis constantes caricias
Que siempre fueron honestas
A tu corazón
Y se transforme
Solo en mi testigo
Cuando apretó mi cara
Y me visto de recuerdos,
Cuando me agoto
Y vuelvo a respirar con dificultad,
Cuando trago saliva
Y el dolor angustioso
En mi garganta
Tenga gusto a penas
Cargadas de una pena mayor
Con una mayúscula gana de verte
Y hablarte con mis cansados ojos,
Sin ciudades
Y con sal de mar,
En el vaso que empino
Para brindar por nada
Cada mañana,
Cada noche,
Cada tarde
Cuando recuerdo que ya no estás
Para chocar tu vaso con el mío,
Para besarte
Como nunca nadie te ha besado
Ni antes ni después,
Para volver a recitarte en el oído
Mi poema preciso
Ese que llevaba por titulo mis emociones,
Mis sentimientos,
Mi rebeldía,
Mis ganas de ti,
Que nunca memorice
Para que nunca te salvaras.
Coloco un cigarrillo
En mi reseca boca,
Lo enciendo a capela,
Mientras cambio la hoja del libro
Que tanto me gustaba leerte
Mientras tu inmovilidad
En mi pecho
Me hacia un poco más fuerte a todo
Y cada vez más débil en tus latidos,
De tus besos,
De tus caricias,
De tus te amo,
Y de todo lo tuyo.
Te quedaste al borde del camino,
Buscaste el rincón tranquilo del mundo
Y te salvaste,
Yo ahora me quedo aquí,
Pensando en lo terrible de todo,
Quizás para secar mis penas
Con humedad a tu rostro,
Y volver a no llorarte
Cuando me griten tu nombre,
Abrazar tu lindo recuerdo
Con perfume a tiempos pasados
Y sonreír,
Ya que esta vez
Vuelvo con paso firme
A mi camino interminable
De luchas tiernas y rebeldes,
Y dedicarte mi último poema
Quizás,
Para que tengas algo mío
En el día que te des cuenta
Que ya dejamos de jugar
A eso que llaman amor,
Al menos,
Entre nosotros.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
* el poema tiene algunas modificaciones.
un abrazo hermano !
Ahora recién puedo postear bien, hermano mío.
No sabes lo que significa para mí, esto que has escrito. Como llegaste a ponerte en mis zapatos, y poder llegar a sentir lo que llegué a sentir mientras moría.
Pero resusité, como buen poeta. Y ahora rio como antes, juego como antes, sueño como antes.
Gracias por el texto mi hermano, de nuevo te agradezco, y paséate uno de estos días por mi blog, que espero que pronto se asomará un escrito que te tengo hace mucho.
Un abrazo, compañero.
Siga vomitando versos para evitar caer en la fatídica realidad sin arte.
Saludos.
(=
Publicar un comentario