domingo, marzo 11, 2007

Re/encuentro

* A el "Morenito" que me contó esta historia.

Te asomaste a mi vida como siempre lo hacías
Con la sorpresa irreductible de tu mirada,
La misma que aquella mañana vi
Cuando estabas sentada con la soledad de compañía,
Con tu libro y tu cigarrillo
Que nunca dejaron de adornarte,
En la misma banca donde años atrás
Te ame y te llore.

Alumbraste mi día con tu sonrisa
Tan auténtica de amabilidad
Esa que nunca dejaste de regalarme
Cuando la inmensidad de estrellas nos alejaron
Cuando Viajábamos con tus otoños ya lejanos
Que siempre supiste soportar
Amparada con tu simpática risa,
Con tu perfume a cariño
Y tus abrazos camuflados de besos
En la totalidad de historias sin rostros
Que nos pedían permiso
Para no molestar en tu vida,
Para que nunca se terminara
Aquel beso que dejamos inconcluso

Quede perplejo,
Los años cayeron sobre mis hombros,
Los recuerdos y nostalgias bombardearon mi mañana,
El cigarrillo que mantenía en mi boca
Se consumía a la velocidad de los latidos
Que se emancipaban en mi corazón.
Realmente no supe que hacer
Solo atine a soñar con aplastar las constelaciones
Que algún día nos apartaron
Y destrozar con una caricia nuestros mundos,
Nuestras barreras de cristal
Y finalmente huir donde tú quisieras llevarme,
Al menos por esa mañana tan fría
Para besarnos sin control ni amarguras
Y jugar a que éramos nuevamente solitarios,
A que éramos jóvenes,
A que el tiempo nunca había pasado
Y me volvieras a preguntar mi nombre
Como aquella noche donde te vi por primera vez
Y yo te respondí con un certero te amo,
Jugar a que nos volvíamos a encontrar
Para secarnos nuestras lagrimas,
Unir nuestros latidos
Y gritar con el alma mi felicidad,
Tomar nuevamente tu mano
Y seguir la ruta que habíamos trazado
Con las hojas secas de las calles
Cuando el otoño nos declaraba la guerra
Y nosotros solo pudimos besarnos.

Te vi,
Me basto solo un cigarrillo,
Una sonrisa,
Un recuerdo
Para saber que eras tu
Que seguías igual de libre que antes,
Tal vez un poco más,
Que los años nunca tocaron tu alma,
Aun te mantenías en otoño impávido
Cubierta de marzos lejanos
Esperando aquella lluvia que nos acogió
En la espera impaciente a nuestro viaje
Que nunca pudimos hacer.

Te miraba
Y no te dabas cuenta que dos metros
Nos volvían a separar.
Me pregunte
¿Cuantos besos habían pasado
Desde que no te veía?,
¿Cuantos sueños tendría que gastar
Para volverte a tenerte en mis brazos?,
¿Cuantos cigarrillos tendría que fumar
Para seguir escribiendo poemas en la noche
Y no morir en el intento de olvidarte?.

Una leve brisa de viento fresco
Envalentono mis pasos hacia ti,
Mis venas se hinchaban en mis manos,
El sabor a nerviosismo endulzaba mi garganta,
El frío de la mañana se detuvo por completo,
Los árboles me bombardeaban con hojas secas,
Mi cigarrillo se me desvanecía en mis manos
Al igual que los segundos que adornaban
Nuestro tan ansiado reencuentro.

Te vi,
Y no fui capaz de saludarte,
Solo pase por tu lado
Queriendo morir en el instante
Y tú ni siquiera te diste cuenta
De nuestro sorpresivo encuentro
O más bien,
De nuestra última despedida.

1 comentario:

pablacuarela. dijo...

oye!!
te amo más que la reshuuusha!
(L)