miércoles, diciembre 30, 2009

Junto a Frida Kahlo

Crecí sabiendo que moriría en otoño,
Tapado de recuerdos comunes que convocan a la nostalgia,
Vestido de lo que soy, de lo que fui y de lo que seré,
En un mar de lágrimas que despiden mi carne, mis huesos, mi ateismo.
Posiblemente ocurra eso, lo cierto es que será en otoño,
Compartiendo mi muerte con las hojas de los árboles,
Volviendo a mi estado salvaje,
De incertidumbre y malestar,
De vasos vacíos y poemas sin completar,
De cigarrillos, libros, plazas y helados con Pabla.

Viento que sopla libertad.

2 comentarios:

Pablo Gutiérrez. dijo...

úpale.
si, concuerdo.
otoño es una buena estación para morir.
un abrazo tímidamente cómplice, hermano.

pablacuarela. dijo...

Es una sentencia eso de NACER en otoño, uno-una no se puede pensar muriendo en verano, por ejemplo, muriendo en invierno (en primavera un no tajante, sólo porque se ha hecho moda, sería fome)

...y así nacimos muriendo porque en el otoño se muere todo de una forma que no puede ser otra cosa que la vida,
Tú, por apenas dos días, que buena o mala pata Mi Amor, te tenía que tocar un 23. Yo, con diecisiete días entrado el otoño, un siete.

Sólo trato de explicarme por qué creciste sabiendo que morirías en otoño y trato de explicarme por qué a mí también me pasa... quizás de copiona no más! jaja.

De todas maneras, que el viento no pare de soplar mi amor.